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SOCIEDAD CÍRCULO BÉTICO DE SEVILLA circulobetico@yahoo.es

"La marcha verde"

ANTONIO HERNÁNDEZ 

Era por navidad, por esas fechas, me acuerdo como si lo estuviera viendo. El Pepito, que es más aficionado a la pólvora que un hincha del Valencia, se había hecho con provisión de artículos de bromas para el día de los Inocentes. Bombas, petardos, bengalas, etc. Bombas de las que truenan, pero también de las que no truenan y es peor todavía, de las que apestan más que un mulo muerto, bombitas de esas de peste. Y sin pensármelo dos veces le dije al niño más o menos lo que me dijo mi padre: Niño, coge la bandera, ponte la camiseta y la bufanda, que ya vamos a estar encima del Manzanares.


Orgulloso me sentía de verlo con su camiseta a rayas y la gorra a rayas, la bandera y el bote de Coca-Cola, que ahí no pude influir para que fuera Mirinda de limón; en la tribuna como si fuera un hombre, gritando BETI sin ese, como tiene ser, y tocando las palmas a compás cuando salió el equipo. Al descanso nos fuimos ganando con cero a uno y a mí no me cabía la blanquiverde en el pecho. Pero los niños ya sabe usted que son niños por encima de otra cosa (...) y como sin darle importancia a los efectos del cólera me preguntó: " Papá, ¿tiro ahora una bombita?"  La verdad es que me hizo gracia y por un momento pensé en la desbandada, la tribuna vaciándose como en el reventón de una presa y todos, atléticos y béticos, sin explicarse cómo en vientre humano podía caber tal morralla devastadora. Olé mi niño me dije (...) pero un padre tiene que comportarse y le contesté que de eso nada, que hay que ser respetuoso con los demás y formal. Al niño le caló la cosa y hasta se puso colorado de vergüenza (...).

Y no se quedó la cosa ahí , porque, a los veinte minutos, el cero a dos y Gordillo como la gracia de Dios, y Cardeñosa, en Don Julio, de catedrático y todo el equipo como mi abuela haciendo encaje de bolillos por el campo, qué gloria compadre, que marcó un gol el Atlético y ni nos enteramos, de tanta confianza como daba la superioridad; la que volvió a evidenciarse rápidamente con el uno a tres.


El niño estaba como loco de alegría (...) pero usted sabe lo que es el Betis y faltando cinco minutos marcó el Atlético y lo que es peor empató en el noventa.(...) Sólo faltaba que el arbitro pitara el final y ya estábamos levantándonos de los asientos cuando sentimos la puntilla en el morrillo.

Tres minutos después de cumplido el tiempo reglamentario, compadre. Se me vino el mundo abajo y más cuando miré al Pepito, las lágrimas saltadas, el vaso de Coca-Cola estrujado de rabia en la mano y la bandera vencida.

Y entonces, en vez de compungirme y hacer que él se apenara más, me acordé de cómo somos, de cómo resolvemos las cosas y grité " ¡VIVA EL BETIS MANQUE PIERDA!" Y bajando la voz y mi cara hasta la altura de la suya, le dije: " PEPE, AHORA, TIRA TODAS LAS BOMBITAS DE PESTE".

No habíamos ganado no, pero el contrario tampoco había podido celebrar el gol del triunfo en su salsa, cualquiera mojaba con aquel pestazo"

Si habéis llegado hasta el final leyendo GRACIAS. Si encima habéis disfrutado, reído y casi llorado con esto es que tenéis el MANQUEPIERDA dentro y ya no podréis hacer nada para quitároslo. Este es el Evangelio Verdiblanco. De padres a hijos. Somos muchos.

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